Angelitode Roberto Cossa
Con
Angelito,
Roberto Cossa nos dijo: "ahora que el dogma del socialismo quedó hecho jirones, la verdadera utopía de un mundo de amor y solidaridad está desnuda, viva, expuesta, por fin, en su hermosa sencillez".
Ese fue el sentido de esa obra poblada de poesía que parte de una idea delirante -un cabaret montado por el Partido Comunista para cambiar la imagen- y cuenta lo que les sucedió a varias generaciones que fueron atrapadas por la promesa de una sociedad más justa que les hizo la izquierda argentina.
FICHA TÉCNICA:
Elenco: Carlos Trigo / Paula Bladimirsky / Ruby Gattari / Stella Matute / Diana Kisler / Isaac Haimovici / Diego Peretti / Juan José Carreró / Héctor Alvarellos / Roly Serrano / Mónica Scanizzo / Hernán Chiozza.
Música Original: Jorge Valcarcel.
Arreglos musicales: Luis Reales.
Canto: Patricia Balado.
Coreografía: Edgardo Millán.
Escenografía, Vestuario y Luces: Héctor Calmet.
Operación de luces y sonido: Gustavo Di Sarro, Maruki, Paula Arraigada, Ramiro Agüero
. Asistente de dirección: Mónica Scandizzo.
Dirección: Luis Macchi.
Se estrenó en Mayo de 1991 en el Teatro de La Campana. Fue una explosión de público y de críticas. Hasta Clarin organizó una función con políticos para abrir un debate. Era un placer irse el domingo después de la función sabiendo que estaba vendido todo el fin de semana siguiente.
Aprovecho este espacio para recordar a ese delicioso ser humano que fue
Carlos Trigo. Amigo incondicional que partió demasiado rápido, y al que todavía extraño.
Mi rol,
Dogma, en este espectáculo me dió muchísimas satisfacciones. Durante mucho tiempo la gente recordaba un memorable parlamanto que yo tenía el placer de interpretar: luego de que "Angelito" me sedujera con palabras como "comité", "marcha", "asamblea"; ya absolutamente fuera de mí me le tiraba encima diciéndole:
"¡decime obrera, decime obrera!".
Siempre, después, había un aplauso...
Fue una inmensa alegría estrenar una obra de un autor novel, nacional, de una envergadura poética enorme; con una estética que proponía novedades formales... Tres Mañanas fue producto de un Ciclo de Teatro Semimontado (cuando eso no era moneda corriente como ahora) y en cuanto hicimos la primera función comprendimos que, para esa obra, esa era una estética en si misma (la de semimontada), adecuada y bella de ser presentada... Luego, por suerte, la crítica y el público estuvieron de acuerdo. Fue un espectáculo entrañable... Del que alguna gente hoy, a más de 15 años, todavía me dicen que volverían a verlo.
FICHA TÉCNICA:
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